EMILE DURKHEIM
El sociólogo francés Emile Durkheim es uno de los autores clásicos de la pedagogía francesa. Sus principales obras en el campo educativo son Educación y sociología, La educación moral y la Evolución pedagógica de Francia (Debesse, 1975).
En una serie de conferencias publicadas bajo el título Evolución pedagógica de Francia, analizó cómo la historia de la educación secundaria y superior ha estado marcada por una serie de cambios resultantes de las nuevas tendencias políticas y económicas desde la Edad Media.
Para Durkheim, en la sociedad industrial
moderna, la socialización de un niño debe implicar aprender tanto en términos
de integración como de regulación, con un respeto específico por su propia
autonomía. El control necesario sobre los impulsos egoístas y antisociales debe
correlacionarse con la "enseñanza en grupo" para estimular en el niño un sentido de vida comunitaria, al tiempo que se asegura que el alumno sea capaz de
ser una persona creativa. Refinado a partir de este pensamiento, se establecen
tres "elementos de la moralidad" para determinar los propósitos asignados a
la educación: la enseñanza de un "sentido de la disciplina", "apego a los grupos" y "autonomía de la voluntad" (Durkheim, 1975: 43).
En Educación y Sociología, publicado por primera vez en 1922, escribió "Un ideal no puede ser decretado; debe ser entendido, apreciado y deseado por todos aquellos cuyo deber es realizarlo". Es decir, el resultado del proceso de instrucción en educación formal depende en gran medida de las actitudes del maestro en relación con sus alumnos. Los modelos pedagógicos deben incorporar una comprensión de la psicología que nos ayude a entender que el niño no es ni por naturaleza ni egoísta ni altruista, sino que "naturalmente entra en comunicación con los demás" (Durkheim, 1975).
Durkheim consideraba así la educación y la pedagogía desde el punto de vista de un sociólogo. Desde ese punto de vista, la escuela es un modelo a escala en el que las relaciones sociales y las relaciones de los individuos con la sociedad están mediadas a través de la relación profesor/alumno; y, en términos generales, en la relación con el conocimiento.
En opinión de Durkheim, el sociólogo debe estar motivado por el deseo de contribuir a los cambios que conducen a una mayor cohesión social y la promoción de las "grandes ideas morales", que son sinónimo de valores "personalistas" y democráticos. El maestro del futuro es, por lo tanto, uno que logrará vivir el deseo pedagógico del sociólogo.